
LA SALUD DE LOS GATOS
EL GATO CON TOS
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EL GATO CON TOS
La tos normal es un mecanismo de defensa que actúa eliminando sustancias peligrosas e irritantes depositadas en la tráquea y los bronquios. En caso de inflamación, puede transformarse en un proceso patológico (enfermedad). Muchos gatos padecen este problema, ya sea en forma aguda o crónica.
Una tos seca, sin expectoración que se prolonga durante mucho tiempo puede causar varios trastornos: puede diseminar una infección, aumentar la irritación de las vías aéreas, hacer que se sobre distiendan los alvéolos, causando enfisema, aumentar la debilidad y el agotamiento en un paciente.
El gato es una especie que tiene bien desarrollado el mecanismo de la tos. Tanto la laringe como la tráquea y los bronquios son muy sensibles a la presencia de cualquier agente extraño. La tos provoca una salida brusca y rápida de una gran cantidad de aire que arrastra las impurezas que pueda haber en estas vías. Actúa barriendo las mucosidades que se forman y llevándolas hasta la garganta, donde son tragadas por el animal.
Las causas generales de la tos se pueden dividir en tres grupos:
-de las vías aéreas superiores: inflamación, trauma o tumores de la garganta, tráquea y laringe. La tos suele ser seca, sin expectoración y el gato en general se siente bien, come y no se ve deprimido ni deshidratado.
-de las vías aéreas inferiores: inflamación, infección o tumores en los bronquios, pulmones, ganglios linfáticos hiliares, mediastino. En este tipo de problemas el gato se ve enfermo, tiene dificultad para respirar y deshidratación, puede tener fiebre y la tos no suele ser tan intensa como en el caso anterior.
-cardiovasculares: insuficiencia cardíaca, gusano del corazón, trombosis pulmonar, edema pulmonar. Hay malestar, dificultad respiratoria, sin fiebre, con intolerancia al ejercicio.
Cuando lleves a tu gato con tos al veterinario te hará muchas preguntas sobre él (anamnesis); su edad, sus vacunas, si convive o ha estado con otros gatos, si tiene alguna otra enfermedad, si ya ha sido tratado anteriormente por el mismo
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En el examen médico debe hacerse una auscultación cuidadosa para escuchar un soplo, mucosidad en los pulmones, un neumotórax, etc. Es posible que el veterinario le provoque la tos al gato presionándole la tráquea (reflejo tusígeno). Esto sirve para confirmar que lo que oíste es efectivamente tos y no algo parecido y para escuchar el tipo de tos que se produce (si es seca, si expectora, si tose una o varias veces)
Si del interrogatorio no surge un diagnóstico claro, el veterinario te indicará hacer algún estudio complementario. Si el gato se siente mal o muestra signos de enfermedad seguramente te pedirá un análisis de sangre, uno de materia fecal, control para el gusano del corazón y/o un test de leucemia o inmunodeficiencia felinas. También puede pedirte una radiografía. Si se sospecha una enfermedad cardíaca, te pedirá un electrocardiograma. Estos son los estudios más simples que dan mucha información sobre el problema. Hay otros de más alta complejidad que tu veterinario te indicará si lo cree necesario.
El tratamiento dependerá de la causa de la tos, seguramente tu veterinario te explicará las opciones y que esperar como resultado. Si tiene una infección te dará antibióticos durante algunos días y seguramente quedará curado. En el caso de un problema cardíaco lo medicará con vasodilatadores, y a veces con cardiotónicos o broncodilatadores, pero deberá continuar el tratamiento de por vida.
Hay gatos que tienen tos crónica que no se quita a pesar de medicarle. En estos casos puedes probar, sin dejar los medicamentos que te han indicado, baños de vapor, abrigarle o aplicarle paños secos tibios sobre el pecho, puedes intentar con jarabes de propóleos o vahos con hojas de eucalipto. Estos remedios caseros muchas veces ayudan a mejorar el problema, pero siempre busca primero atención veterinaria para tener un buen diagnóstico lo más temprano posible. Nunca le des remedios para suprimir la tos si está con secreciones, pues es necesario eliminarlas y la única forma de hacerlo es mediante la tos.
Escrito el Miércoles, 04 abril a las 04:44:50 por Dra Isabel Iglesias
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GINGIVITIS Y ESTOMATITIS EN LOS GATOS
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![]() GINGIVITIS Y ESTOMATITIS EN LOS GATOS Se llama gingivitis a la inflamación de las encías y estomatitis, a la inflamación por distintos motivos de la cavidad bucal. Estos son problemas comunes en los gatos. En algunos casos existe una enfermedad que las provoca, pero en otros no está claro porque ocurren. Muchos de estos pacientes no responden bien a los tratamientos convencionales y constituyen un gran reto para el veterinario que los atiende. Una causa común de gingivitis es la acumulación de sarro y placa bacteriana en los dientes. La placa se forma en el borde de los dientes, donde contactan con la encía; luego se mineraliza al combinarse con el calcio presente en la saliva y con el tiempo se forma un material duro que va cubriendo los dientes desde el margen gingival hacia las puntas. Esta acumulación de sarro crea un ambiente favorable para las bacterias, que se multiplican y liberan toxinas o infectan las encías. Las encías inflamadas se retraen, dejando expuestas las raíces dentales. Sin tratamiento esta afección es dolorosa, es una fuente de bacterias para todo el organismo y provoca la caída prematura de dientes. Los gatos con este problema pueden estar inapetentes o no, tienen un olor muy desagradable en la boca (como algo podrido) y si miras sus dientes, se ven recubiertos de algo duro de color amarillento, sobre todo en las muelas.
El tratamiento consiste en la eliminación del sarro y extracción de piezas dentarias, si fuera necesario. La limpieza de dientes se puede realizar en forma manual o con equipamiento eléctrico especializado, y casi siempre se requiere una sedación o anestesia general para que el animal se quede quieto durante el procedimiento. También se indica un antibiótico de amplio espectro y uno con acción contra bacterias anaerobias. Luego deberás llevar a tu gato periódicamente al veterinario para mantener su boca limpia. Existen algunos alimentos duros especialmente formulados para ayudar en el control del sarro que pueden ayudarte, ya que la higiene con cepillo en general no es bien tolerada. También se venden juguetes que al ser mordidos ayudan a limpiar los dientes.
Otra causa de estomatitis es la insuficiencia renal crónica, pues son frecuentes las úlceras bucales en esta patología. Los gatos afectados suelen tener un aliento a amoníaco. Las enfermedades respiratorias virales también pueden producir úlceras en la mucosa bucal. Generalmente aparecen en la lengua o sobre el paladar duro. Casi siempre son evidentes otros signos de infección respiratoria, como estornudos, secreción nasal, conjuntivitis que aparecen luego de las úlceras bucales. También se observa gingivitis en los gatos infectados con el virus de la inmunodeficiencia felina. Se supone que tiene que ver con la baja en las defensas de estos animales. ![]() La gingivitis/estomatitis se denomina primaria cuando aparece sin una afección que la provoque. En los pacientes afectados se puede ver una línea definida de enrojecimiento en el margen de la encía. Con frecuencia afecta a toda la línea gingival y no solo sobre los molares. Este tejido sangra fácilmente, a menudo con una presión delicada. En casos más graves se observa ulceración, casi siempre en el ángulo de las quijadas, pero pueden estar en cualquier otra parte de la boca. Las encías aparecen inflamadas siempre, pero en algunos pacientes se puede ver un crecimiento exagerado que oculta parte de las muelas y suele lastimarse durante la masticación. Los pacientes pueden no presentar ninguna molestia si no hay complicaciones. Algunos presentan mal aliento o rechazo por los alimentos duros. Cuando las lesiones son más severas se ve salivación excesiva, falta de apetito y pérdida de peso. Si está muy dolorido el animal puede rechazar completamente la comida o quejarse cuando le tocan la cabeza o la boca. No está claro porque se produce esta enfermedad. La flora bacteriana de la boca de estos gatos es muy similar a la de los gatos sanos, salvo por una bacteria de la especie Bacteroides que aparece en las gingivitis y que está siendo estudiada. Sin embargo estos pacientes mejoran solo temporalmente con antibióticos, por lo que se supone que hay otro factor predisponente. Se ha encontrado una incidencia mayor en gatos puros y también una asociación entre el estado de portador del calicivirus felino (parte del complejo respiratorio felino) y la aparición de gingivitis crónica primaria. El tratamiento debe adaptarse a cada paciente. En general si el gato no presenta molestias ni sarro dental y la gingivitis es leve, no se indica ninguna terapia, ya que lo más probable es que el problema persista. De todos modos en la mayoría de los casos las lesiones no son progresivas. Si el paciente tiene molestias o inapetencia se pueden intentar diversos tratamientos, sabiendo que el éxito es muy variable y la respuesta es en general desalentadora:
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¡EMERGENCIA!
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![]() ¡EMERGENCIA!
Cuando llevas una mascota por primera vez a tu casa te conviertes en una suerte de “padre o madre primerizo/a” y cualquier problema de salud que tu pequeño tenga te asusta, así sea algo de poca importancia. En estos casos corres al veterinario en busca de ayuda y tratamiento. Con el tiempo vas aprendiendo y te das cuenta que algunas heridas puedes atenderlas y limpiarlas tú mismo, si tu mascota tiene una patología crónica, como una alergia, aprendes a manejarla dentro de ciertos límites y solo le llevas al doctor cuando ves que no puedes controlarla de la manera que él te indicó la última vez. Esto está bien, es como cuando decides esperar a ver si la fiebre en un niño desaparece con un medicamento antitérmico y llamas al pediatra al día siguiente. Sin embargo hay una cantidad de síntomas y padecimientos que deben ser atendidos sin demora, no importa la experiencia que tengas en cuidar a tus animales. La siguiente es una lista de esos casos en que lo mejor es acudir rápidamente al veterinario para evitar que la situación empeore:
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VACUNACION EN LOS GATOS
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![]() VACUNACION EN LOS GATOS Las vacunas se aplican para lograr que el sistema inmune de un animal fabrique suficiente cantidad de anticuerpos contra una enfermedad determinada. De esta manera cuando el animal vacunado se contagie ese microorganismo podrá neutralizarlo sin enfermarse. Ahora, ¿todos los gatos necesitan todas las vacunas? La respuesta es no. La elección de las vacunas que cada gato debe recibir depende de muchos factores, como el ambiente en que se mueve el gato, la salud de los gatos con quienes convive o tiene contacto, la gravedad de la enfermedad contra la que se vacuna, el riesgo de esta enfermedad para los humanos (rabia), la efectividad de la vacuna, la frecuencia con que puede provocar reacciones adversas, la edad del gato y su estado inmunitario, etc. Tu veterinario te podrá asesorar sobre qué vacunas aplicar a tu mascota. Las vacunas disponibles para gatos son:
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DIARREA EN GATITOS Y GATOS JOVENES
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![]() DIARREA EN GATITOS Y GATOS JOVENES
La diarrea es uno de los problemas más frecuentes en los gatos de estas edades. Se define como un incremento en el contenido de agua en la materia fecal asociado con un aumento en el volumen y frecuencia de la defecación. Según el tiempo de evolución de una diarrea, se puede separar en dos categorías: Diarrea aguda: se puede presentar con o sin vómitos. Puede también ocurrir con pérdida del apetito, letargia o deshidratación según la intensidad y duración del cuadro. La mayoría se deben a enfermedades virales o a cambios bruscos en la dieta.
En general este tipo de diarrea es autolimitante, es decir que con el transcurso de horas o días la situación se normaliza sola. Esto no quiere decir que no necesite tratamiento. A veces es necesario calmar el dolor del abdomen, administrar suero para mantener al paciente hidratado, aportar glucosa o eliminar los parásitos que pudiera haber. Siempre es importante realizar un ayuno y posterior dieta que permita a los intestinos descansar durante 24 a 48 horas y reponerse. Cuando las paredes de los intestinos están inflamadas o lastimadas cualquier alimento que el gatito ingiera, así sea solo leche, no hará más que provocar mayor inflamación y prolongar la diarrea. En un gatito muy joven la falta de ayuno puede agravar severamente el cuadro de diarrea original. Un medicamento común que puede ayudar es la crema de bismuto, pero su sabor suele ser desagradable y es difícil de administrar. Si puedes usarla, la dosis es de 1 a 2 ml 3 a 4 veces al día durante no más de 3 días. Si la diarrea persiste debes llevar a tu gatito a ver a un veterinario. No conviene usar antibióticos salvo que haya evidencia de una infección bacteriana, pues éstos alteran la flora bacteriana normal de los intestinos. Después del ayuno, la primera comida debe ser muy digestible. Se sugiere atún al natural, huevo cocido, trocitos de pollo con arroz o los preparados comerciales específicos que el veterinario te indique. Lo mejor es darle pequeñas porciones varias veces al día y luego ir progresando hasta volver a la alimentación normal en 2 a 3 días. La leche debe suspenderse por completo hasta que las heces tengan consistencia normal. Diarrea crónica: este tipo de diarrea es más frecuente en los gatos adultos asociada a inflamación intestinal crónica. En los gatitos las causas de estas diarreas no están del todo claras. Suelen encontrarse parásitos intestinales en casi todos los casos, pero puede ser un hallazgo incidental. Las obstrucciones parciales por cuerpos extraños que el gatito ha tragado pueden ser una causa de diarrea crónica. Otra causa que hay que estudiar es la intolerancia alimentaria; para esto el veterinario indicará como único tratamiento un cambio a una dieta más digestible y luego intentar reintroducir la dieta original u otra de mejor calidad o ingredientes diferentes. Lo que es probable que ocurra es que las diarreas crónicas se produzcan como “secuela” de una diarrea aguda que se trató innecesariamente con antibióticos, alterando el balance de poblaciones bacterianas normales del intestino. Casi todos los jarabes para diarreas que se venden tienen una combinación de drogas entre las que se encuentra un antibiótico no absorbible. Mientras el gatito lo toma se encuentra bien, pero cuando la medicación se suspende la diarrea reaparece. Entonces se vuelve a dar un tratamiento con antibióticos y se entra en un círculo vicioso que prolonga el problema. Finalmente el gatito tiene una diarrea de varias semanas de evolución que parece no responder a los tratamientos sintomáticos. En general conserva el apetito y no tiene vómitos. Para llegar a un diagnóstico correcto es necesario hacer un análisis de materia fecal para descartar o tratar parásitos internos si los hubiera. El análisis de sangre suele dar normal, salvo una eosinofilia en el caso de Ancylostomas. Las radiografías sirven solo para detectar cuerpos extraños en el tracto gastrointestinal. Se puede también hacer un análisis especial para descartar giardias. El tratamiento debe orientarse a erradicar la hipermultiplicación de bacterias anaerobias y restaurar la flora bacteriana normal. Se retira toda la medicación, se dan líquidos si son necesarios, se inicia un ayuno de 24 horas y se usa metronidazol (controla giardias ocultas y elimina bacterias anaerobias) durante 5 a 7 días. También se puede administrar Lactobacillus para ayudar a poblar el intestino hasta que se desarrollen las bacterias normales. Si todo esto no corrige la diarrea, es necesario cultivar las heces para detectar infecciones bacterianas como Salmonella y Campylobacter. Si el cultivo da negativo, se puede pensar en una patología inflamatoria del intestino. Un modo sencillo de descartar esto es administrar corticoides durante 2 semanas y luego ir bajando la dosis según la indicación del veterinario que lo atiende. Como última opción si la diarrea continúa, hay que hacer los tests para leucemia e inmunodeficiencia felina. En resumen, las diarreas agudas en general pueden tratarse sin hacer un diagnóstico específico haciendo un manejo sintomático del paciente. En las diarreas crónicas, en cambio, sí es importante investigar para detectar el motivo y poder hacer el tratamiento apropiado. Las causas principales incluyen parasitosis, intolerancia alimentaria y posiblemente hipermultiplicación bacteriana.
Escrito el Lunes, 28 enero a las 04:25:33 por Dra Isabel Iglesias
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INFECCIONES RESPIRATORIAS EN LOS GATOS
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INFECCIONES RESPIRATORIAS EN LOS GATOS
Durante los últimos años el manejo de estas enfermedades en los gatos ha evolucionado sustancialmente gracias a la aparición de antibióticos mejorados, al avance en los medios disponibles para el tratamiento de sostén y a los mayores conocimientos de los dueños y su deseo de hacer lo necesario para que sus gatos se repongan. Pero al área en que ha habido más adelantos es en la prevención. Gracias a las nuevas vacunas y a los planes de vacunación elaborados, la cantidad de casos de infecciones respiratorias ha disminuido de manera notable, así como el porcentaje de mortalidad en los gatos domésticos.
Este conjunto de enfermedades está provocada por distintos agentes, que pueden ser virus, bacterias, hongos o parásitos. La gran mayoría de los casos clínicos que se presentan en los gatos domésticos se deben a infecciones virales.
-Enfermedades respiratorias bacterianas: si bien no son los agentes causales más frecuentes en los gatos, virtualmente todas las infecciones respiratorias se complican con infecciones bacterianas secundarias. Los signos distintivos incluyen una descarga mucosa importante, que puede ser verdosa o amarillenta, tanto en la nariz como en los ojos, y es frecuente la falta de apetito y la fiebre. Suelen presentarse estornudos o tos antes de la descarga. Cuando se realizan cultivos lo más frecuente es encontrar bacterias propias de la flora normal del tracto respiratorio que han proliferado gracias a una lesión o baja en las defensas provocadas por otro agente, como un virus.
Cuando un gatito presenta estos síntomas es muy importante llevarlo a consulta con un veterinario lo antes posible para que le indique un tratamiento apropiado. Si la infección no se trata el gato puede morir o quedar con secuelas que lo predisponen a sufrir rinitis o sinusitis por varios años.
Por lo general se empieza con un antibiótico como la ampicilina o amoxicilina, que tienen buena efectividad contra las bacterias comunes
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-Enfermedades respiratorias virales: las infecciones más frecuentes son las de las vías aéreas superiores (nariz, laringe y tráquea). Son muy contagiosas entre los gatos y pueden ser muy graves, sobre todo en gatitos. El 90% de los casos están provocados por el herpesvirus felino (rinotraqueítis viral felina) o por el calicivirus felino. El tercer agente en importancia es la Clamidia psittaci (que es un organismo intermedio entre los virus y las bacterias). Cada uno de estos provoca síntomas diferentes, pero en la práctica las infecciones secundarias acaban ocultando los signos virales, con lo cual no resulta importante para el tratamiento determinar qué tipo de virus está actuando. La enfermedad comienza con estornudos, conjuntivitis y descarga acuosa o serosa transparente por los ojos o nariz. Suelen verse úlceras en la lengua y mucosa bucal.
Los estornudos se presentan como primer signo, y su intensidad va en aumento durante 2 a 5 días. A partir del tercer día comienza a verse una secreción más verdosa producto de la colonización de bacterias. Si no se inicia el tratamiento, los párpados se “pegan” por las secreciones y se obstruye la nariz; el gatito comienza a respirar con la boca abierta y rápidamente se deshidrata.
El tratamiento es igual al de las enfermedades bacterianas, ya que hay que tratar las infecciones secundarias con antibiótico y mantener al paciente en buen estado de hidratación y alimentación para que pueda deshacerse del agente viral (que no tiene tratamiento específico).
La mejor protección contra este tipo de infecciones está dada por la vacunación con dos dosis en los gatitos y un refuerzo anual en los adultos. (Ver plan de vacunación).
Es común que los gatos que han padecido infección viral queden como portadores sanos. Ellos no vuelven a enfermar, salvo que sufran una baja en sus defensas, pero eliminan virus al ambiente en forma intermitente. En el caso de una gato mascota esto no representa un problema serio, pero en los criaderos esto puede afectar a los gatitos recién nacidos, de modo que hay que analizar la situación con el veterinario que los atiende para decidir si reintroducir el gato recuperado o mantenerlo separado. Algunos gatos con una larga historia de estornudos, descarga nasal crónica y gingivitis pueden ser portadores de virus respiratorios.
-Enfermedades micóticas: estas infecciones son poco frecuentes. Las más comunes son histoplasmosis, blastomicosis, criptococosis (la más frecuente) y coccidioidiomicosis. Son en general de curso prolongados, por lo cual se deben sospechar en gatos con signos de infección respiratoria alta o baja (neumonías) crónicos que no responden bien al tratamiento con antibióticos. Aproximadamente el 50% de los gatos que desarrollan una micosis son además portadores de leucemia felina, con lo cual se supone que debe haber un estado de defensas pobre para que esta infección se desarrolle.
Los gatos con criptococosis tienen afectadas las vías respiratorias superiores, con una descarga nasal crónica, hinchazón firme y dolorosa sobre la nariz y agrandamiento de los ganglios del cuello. El diagnóstico a veces se hace de manera presuntiva porque el gato no mejora con antibióticos, también se pueden hacer radiografías que demuestran material acumulado en los senos paranasales y lesiones necróticas en los huesos. La mucosidad de la nariz contiene gran cantidad de hongos que pueden identificarse en el microscopio o cultivarse en el laboratorio. El tratamiento se realiza en base a la sensibilidad demostrada en los cultivos, pero lo más frecuente es la indicación de ketoconazol durante 2 a 3 meses. La recuperación suele ser buena, y si se observan recaídas, lo indicado es reanudar la terapia un mes más.
Escrito el Domingo, 04 mayo a las 20:10:36 por Dra Isabel Iglesias
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ENFERMEDAD RENAL CRONICA
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![]() ENFERMEDAD RENAL CRONICA En la actualidad los perros y los gatos viven en promedio más años que antes gracias a los avances en la medicina veterinaria y al mayor conocimiento de los dueños sobre el cuidado de las mascotas. No es extraño encontrar perros de 14 o 15 años disfrutando de un paseo con sus amos o gatos de 18 años reposando plácidamente en un cojín. Los animales añosos sufren enfermedades degenerativas propias de la tercera edad, como insuficiencia cardíaca, problemas digestivos, tumores y enfermedad crónica de los riñones, entre otras.
La insuficiencia renal crónica tiene un comienzo gradual, con signos Los riñones son los encargados de depurar la sangre, reteniendo líquido y eliminando las sustancias tóxicas producto del metabolismo de las células. A medida que van perdiendo su capacidad para esta tarea, no logran eliminar estas sustancias de manera eficiente, entonces producen más cantidad de orina en un intento por eliminar más cantidad de tóxicos. El resultado es un aumento de la sed para compensar esta mayor pérdida de agua y un malestar por la acumulación de toxinas en el organismo. Las unidades básicas de funcionamiento de los riñones se llaman nefrones. Cuando los primeros nefrones empiezan a fallar, los demás se sobrecargan para compensar la pérdida. Este mecanismo compensa la función durante un tiempo, pero a la larga provoca la falla de más nefrones y el avance de la enfermedad renal. Recién cuando esta destrucción llega al 75% de ambos riñones, aparecen los signos clínicos más severos. Es por esto que es tan importante hacer chequeos de sangre periódicos en los animales añosos. Es la única manera de detectar en forma temprana este deterioro y tomar medidas para detenerlo o hacerlo más lento. Cuando la insuficiencia renal se encuentra en un estado avanzado, se observa una pérdida de apetito, vómitos, depresión marcada, pérdida de peso, úlceras en las mucosas de la boca y del intestino, diarrea. El aliento tiene un olor desagradable, similar a la orina. Una vez que se sospecha la enfermedad crónica, se deben hacer análisis de sangre, de orina y una ecografía para confirmarla, estimar el grado y descartar la presencia de una infección urinaria o de un tumor. Así se afina lo más posible el diagnóstico para hacer el tratamiento específico si fuera posible. Los parámetros en la sangre que miden, por así decirlo, el avance de la enfermedad son la uremia y la creatinemia. Los valores normales dependen un poco del laboratorio, pero son de aproximadamente 10 a 40 mg/dl para la uremia y hasta 1,5 mg/dl para la creatinemia. En el análisis de orina se monitorea la densidad urinaria, que es mayor a 1025 en animales sanos y baja a alrededor de 1010 en los enfermos renales crónicos. También se controlan el sedimento y las proteínas eliminadas en la orina. En la sangre se evalúan el fósforo, potasio, proteínas totales y recuento de glóbulos rojos. El tratamiento de la insuficiencia renal crónica apunta a mejorar el estado general del paciente y a minimizar los síntomas, pero no se pueden recuperar los nefrones destruidos. Hay situaciones que agravan el cuadro, como una infección urinaria o una deshidratación, que se pueden mejorar rápidamente con tratamiento adecuado. El primer paso es compensar al paciente con fluidoterapia. Si está con vómitos, hay que administrar suero endovenoso hasta que desaparezcan los síntomas y recupere el apetito. Durante este tratamiento se pueden compensar también el potasio y fósforo, que suelen estar alterados por la disfunción renal. Una vez que el animal está recuperado hay que prevenir la deshidratación; según el avance de la enfermedad esto se puede lograr dejándole agua fresca a disposición en todo momento (incluso durante la noche) o puede ser necesario administrar suero subcutáneo varias veces por semana. Esto puede hacerse en la casa, sin necesidad de internación, ya que cualquier dueño puede aprender a hacerlo; lleva solo unos 15 minutos y no resulta demasiado molesto para el animal. Otro factor importante del tratamiento es la dieta. Siempre se recomienda una dieta de buena calidad con una cantidad reducida de proteínas, fósforo y sodio. Estas proteínas deben ser de alta digestibilidad para evitar la desnutrición. El veterinario te dará las indicaciones precisas de acuerdo a la situación particular de tu mascota. Para estimular el apetito se pueden usar algunos saborizantes, entibiar la comida, dar varias porciones pequeñas durante el día, etc.
Durante el tratamiento es necesario hacer controles de sangre periódicos. Según los resultados, el veterinario puede hacer cambios para compensar algunos electrolitos, como agregar potasio en la dieta o incorporar medicamentos que absorban el fósforo de los alimentos, que suele aumentar demasiado. También puede indicarte vitaminas B y C o algún otro nutriente que ayude a mejorar el estado general del paciente. Si la anemia es muy marcada, seguramente te indicará algo para mejorarla, como hierro, hematopoyetina o anabólicos. Hay medicamentos naturales que se suelen indicar para proteger los riñones enfermos. En las fases tempranas de la enfermedad no hay mucho para hacer, salvo los cambios en la dieta y controles periódicos. Sin embargo hay terapias alternativas que pueden aportar mejoras significativas, como la lisadoterapia o la homeopatía. Esta última puede ser muy importante para mejorar el estado general del paciente y equilibrar su organismo, lo que puede resultar en una progresión más lenta de la enfermedad o una mejor calidad de vida.
Escrito el Miércoles, 26 agosto a las 21:42:27 por Dra Isabel Iglesias
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Como desparasitar gatos con remedios naturales
Mucha gente se cuestiona si es lo mismo desparasitar gatos que perros y no saben si utilizar los mismos remedios naturales para estos animales.
¿Cómo afectan las pulgas y garrapatas a nuestro gato?
Las pulgas y las garrapatas son parásitos que pueden contagiar enfermedades a nuestro gato. En la calle, en las zonas verdes, de un gato a otro, etc. son potenciales fuentes de contagio.
Esto no quiere decir que nuestro gato tenga que estar aislado, solo que hay que prevenir una infestación, pues en un contagio masivo los gatos pueden estar en riesgo de contraer algunas enfermedades, como:
Dipilidiasis, o Tenia de ciudad. La pueden contraer al ingerir pulgas infectadas, ya que los gatos suelen comerse las pulgas y garrapatas cuando se lamen y mordisquean al sentir picor.
Hemoplasmosis, o anemia infecciosa felina. Es transmitida por las pulgas, y puede pasar a otros gatos por vía láctea o uterina.
Bartonelosis, o "enfermedad del arañazo del gato". Es producida por la picadura de las pulgas. No suele presentar síntomas a menos que el gato padezca algún tipo de inmunodeficiencia.
¿Que síntomas puede manifestar un gato contagiado por parásitos?
Purito anal, diarrea o estreñimiento, cólico, anemia (palidez en las mucosas), deshidratación, fiebre, vientre abultado y con dolor, pérdida de apetito, pelo opaco y áspero, alergias y problemas en la piel (picazón, inflamación, dermatitis, etc.) También su estado anímico cambia, pueden estar depresivos o con irritabilidad.
¿Existe alguna diferencia entre desparasitar gatos y perros?
A la hora de desparasitar, de forma natural, tenemos que tener en cuenta que el gato y el perro son organismos diferentes, sus metabolismos actúan con distintas necesidades. Lo mismo pasa con la comida, a veces llegamos a pensar que por ser animales domésticos les podemos dar a comer cualquier tipo de alimento de los que normalmente consumimos, y no es así. Hay alimentos que les hace daño pues su organismo no los puede digerir o no los necesitan.
Para desparasitar gatos existen varias clases de plantas con efecto antihelmíntico, vermífugo y antiparasitario.
Hay plantas que solo las podemos utilizar en perros.
Las siguientes las podemos suministrar tanto a los gatos como a los perros:
Tomillo: es una planta aromática, de la cual empleamos sus hojas y flores. Ingerida tiene propiedades antiparasitarias, también la podemos aplicar en heridas y para aliviar el escozor por las alergias. Los gatos la pueden comerla por sí sola, aunque puedes dejar secar las hojas y las flores, machacarlas hasta hacerlas polvo y mezclarlo con la comida.
Azadirachta indica, también llamado árbol de Nim o Neem. Se da a ingerir el extracto de la corteza y las hojas o el aceite de sus semillas, de sabor amargo. Para uso externo, en alergias producidas por la picadura de pulgas y garrapatas, hacer infusión en una taza de agua, colocar dos cucharadas de hojas y corteza dejar enfriar y aplicar
¿Cómo prevenir los parásitos en tu gato?
Con una adecuada limpieza de su caja de arena y sitios habituales.
Desparasitar y desinfectar al gato dos o tres veces al año, haciendo énfasis en las estaciones cálidas donde los parásitos se reproducen con más facilidad.
Evitar contacto con heces, pues podrían estar llenas de huevos y parásitos que suelen perdurar en el tiempo.
Repelente natural contra las pulgas y garrapatas
El vinagre de sidra: Es un gran desinfectante, cicatrizante y repelente natural contra las pulgas y garrapatas.
Diluir 2 cucharaditas en un ¼ de litro con agua y aplicar directamente en la piel y pelo de la mascota, no solo le quedara brillante sino libre de parásitos, también es útil si presenta alergias.
Poniendo una cucharadita al día en su bebedero de agua, estaremos fortaleciendo y estimulando su sistema inmunitario.
Levadura de cerveza: Es un hongo rico en vitamina del grupo B, en particular al ingerir la vitamina B1, que contiene tiamina, actúa como repelente para los parásitos externos.
Se la puedes mezclar en la comida. A los gatos les atrae comerla, también se recomienda como complemento nutricional.
¿Sabías que…?
Otro consejo para desparasitar gatos: Mezclar 10 gotas aceite de tomillo, romero, lavanda y citronela, en un frasco de 150ml con agua mineral. Aplicándolo con un atomizador, actúa como repelente contra las pulgas, garrapatas y mosquitos. No solo es útil para tu gato sino también para ti.